Barranco de Viandico
Para acceder al punto donde dejar el primer coche, el de regreso, debemos dirigirnos al aparcamiento de acceso a San Urbez. Lo haremos epr la carretera HU-631, ya sea desde Sarvisé o Escalona, pudiendo ser necesario rodear por Buerba, si venimos de Escalona, pues la HU-631 se encuentra cortada en muchísimas ocasiones en su tramo entre "la Fuente de los Baños" y dicho aparcamiento de San Urbez al encontrarse en el ámbito del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Una vez hayamos aparcado el vehículo de regreso, retomaremos la carretera HU-631, ahora si, en dirección Nerín, Fanlo y Sarvisé, pasando el parquing de La Tella donde se incorpora por nuestra izquierda la citada carretera que viene de Buerba. Seguiremos recto y en una curva muy marcada a la derecha se nos hará evidente que estamos cruzando el barranco de Flagueta, con amplios espacios a ambos lados para dejar el coche.
APROXIMACIÓN AL BARRANCO DE VIANDICO
Una vez aparcado el coche de aproximación, podríamos decidir bajar hacia el barranco de Viandico recorriendo el Barranco de Flagueta o Flagueto (seco), del que reproducimos el croquis a continuación.
Nosotros tomaremos el sendero que pasado el barranco sale en sentido descendente con un rótulo que indica Sercué y que en pocos minutos desciende hacia el Puente de las Espuciallas (o de Sercué), junto a un bauma con una curiosa y bien antigua inscripción grabada en la piedra.
Justo pasado el puente, en el punto donde está esta bauma, el camino gira fuerte a la izquierda, y unos metros, no muchos, más allá, observaremos un paso que permite bajar al barranco con una cuerda fija al final.
EL DESCENSO DEL BARRANCO DE VIANDICO
Debo reconocer que entré en el barranco de Viandico a desgana y suerte de la compañía de Óscar, si no, se hubiera marchado sin disfrutar de este descenso, y es que en la parte inicial, que habitual es siempre seca, se encontraba con muchos de los charcos llenos de agua en proceso de pudrición, y, como no conocíamos el barranco, no apetecía encontrar un charco donde se tuviera que nadar en aquella agua.
Nada más lejos de la realidad, seguimos progresando por el barranco un centenar de metros por pasillos y tramos de badinas que con más o menos traza pudimos ir evitando, adentrándonos cada vez más en un ambiente vestido de verde y vegetación bien frondosa, con un aire casi fantasmagórico por una neblina de humedad siempre presente en el ambiente.
En algunos puntos concretos, parece que el agua todavía corre un poco por la superficie, antes de que sea engullida por el sistema kárstico de la zona y devuelta por alguna de las surgencias, barranco abajo.
No tardaremos en llegar al primer rápel obligado, que ofrece dos opciones, la primera y más evidente, siguiendo el curso del barranco, equipado a la izquierda y cayendo a un charco que, podrido, se va vaciando y donde observamos un bonito puente de roca por donde llega la segunda opción de rápel, saliendo antes del curso del barranco, buscando una balda de roca a la derecha, bajaremos una especie de canalón cilíndrico que nos deja detrás de dicho puente de roca, el cual si hubiera mucha agua quizá podríamos cruzar medio sifonado por debajo, lo desconocemos.
Seguiremos progresando por un barranco muy húmedo, pero seco, habiendo visto la boca de algunas surgencias secas, hasta sentir, también con mucha alegría, no nos escondamos, un rugido del brotar del agua.
Nos encontramos ya en la surgencia principal del Viandico, que hoy brota con fuerza, aportando un auténtico río de agua al barranco, observando que esta agua sobrepasa por un palmo la marca del caudal "habitual".
Esta gran cantidad de agua no es en absoluto problemática, ya que el siguiente tramo de barranco alterna estantes de roca a izquierda y derecha de éste, ofreciendo la posibilidad de bonitos saltos a un agua que está fría como una mala cosa. Seguiremos progresando, caminando ya veces nadando por largos charcos de agua turquesa buscando saltos y pasos sin complicaciones técnicas, hasta, después de un punto donde encontramos pared sólo a la derecha, y bosque a la izquierda, giramos hacia la nuestra izquierda para observar cómo el barranco se abre y, al fondo, el puente que lleva al parking.
Antes de éste, pero siguiendo la balda de roca de la izquierda, superada la cascada, podemos buscar las instalaciones a diferentes distancias del agua, según el caudal, por donde bajar y realizar el último rápel.
Unos resaltados y un salto final nos conducirán inequívocamente al camino que por la derecha nos devuelve al aparcamiento de San Urbez.
RETORNO DEL BARRANCO DE VIANDICO
Como ya hemos dicho, después del salto con el característico bloque empotrado, saldremos a la derecha hasta el coche.
No seguir por el río, ya que entraremos en el Parque Nacional.
Encontrará instalados los rápeles en anclajes artificiales, la reseña aquí expuesta ha quedado obsoleta en este sentido.
ATENCIÓN: El tramo de barranco así como el de regreso, han sido modificados sobre mapa para eliminar los puntos errantes por falta de señal de GPS. Tómelo como mera referencia para la localización del barranco, la aproximación, sí que ha sido grabada con GPS añadiendo algunas correcciones sobre mapa.
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