Barranco de la Llosa – Torrent de Pixavaques

• Actividad: Barranquismo en el Solsonès (Lleida)
• Otras toponimias:
  • Barranco de la Losa
  • Torrent de Pixavaques
  • Rasa de Peumul
• Punto de salida: Peumul
• Población más cercana: Sant Llorenç de Morunys
• Combinación de coches: si
• Coordenadas UTM de la entrada:
  • X: 383187
  • Y: 4661538
• Tiempo con dos coches:
  • Tiempo aproximación: 10'
  • Tiempo de descenso: 3h
  • Tiempo de regreso: 30'
• Dificultad: v5 a1 III
• Rapel más largo: unos 55/60mts
• Cuerdas: 2x65
• Cartografía:
  • Vall de Lord - Port del Comte - 1:25.000 (Ed. Alpina)
• Bibliografía:
  • Laberints de Roca i Aigua - Barranquisme pel Pirineu i les Comarques de Lleida - Xavi Culleré
• Material recomendable:
  • Material para reinstalar.
  • También es muy recomendable llevar tijeras de podar/sierra de mano para limpiar el paso.

Acceso a la zona:
Como ignoramos el estado de las instalaciones, y si el rozamiento de cuerdas nos permitirá o no remontar la última vertical, la de la espluga de Pixavaques, optamos por la combinada de coches, dejando uno en el desvío que baja en la presa (está prohibido acceder en coche, y debemos aparcar siempre evitando obstruir el paso). Con el segundo coche, seguiremos la carretera en dirección Sant Llorenç, cruzando la presa del pantano de la Llosa del Cavall y tomando un desvío a mano derecha que hay unos cientos de metros después del túnel posterior a la presa. Esta pista forestal, es recomendable hacerla con un coche todoterreno, aunque con un turismo hemos podido llegar hasta la barraca de Peumul, a un kilómetro de donde hemos dejado el todoterreno, justo en una curva de izquierdas un plano en el interior, y una antena que da señal a la toma de la Llosa del Cavall, punto donde dejamos el coche de aproximación.
Alternativamente, podemos dejar el coche unos metros después del desvío, y realizar esta subida a pie, en caso de que no dispusiéramos de todo terreno, la caminata será de unos dos kilómetros, más o menos.

EL TORRENT DE PIXAVAQUES

Del plano donde hemos aparcado el coche de aproximación estando ya vemos la zanja que forma el Torrent de Pixavaques, y saltamos de pie, a través de un bosquecillo no espeso, que todavía nos permite avanzar con bastante comodidad.

Alguno de los primeros resaltes podríamos rapelarlos de algún árbol, pero no lo hacemos para conservar material para posibles instalaciones en mal estado más adelante, así que los evitaremos.
Posiblemente nos dejemos alguno, pues la memoria nos falla un poco, pero antes de la primera gran vertical, encontraremos un resalte sin equipar que se puede evitar por la izquierda, y los siguientes, ya los encontraremos equipados.

Sin complicaciones llegaremos a la primera de las dos grandes verticales que forman el torrente, un bonito circo colgado a mucha altura respecto al río Cardener.

A la derecha, hemos desbrozado un paso que lleva a una encina sana, a la que hemos trasladado a la instalación original, que colgaba de un pino muerto.
También en medio del curso habitual del agua encontraremos dos spits, sin las chapas, por si se quieren equipar de nuevo y descender de esta instalación.
Esta primera vertical pues cuelga de una encina, a unos 5 metros de la vertical, así que el rozamiento será un factor a tener muy en cuenta, así como la recuperación, pese a haber desbrozado, han quedado "cepas" de pequeños arbustos en el suelo donde se puede enganchar la cuerda. Quien sabe, si en una próxima visita podemos equipar bien la vertical, directa y sin rozamientos a la hora de recuperar, utilizando así la encina únicamente para acercarnos a la cabecera del rapel.

No hemos sido muy precisos a la hora de medir las alturas, pero podemos decir que esta primera vertical son unos 40/45 metros de altura, en un bonito circo rocoso. A nuestros pies, un bancal ancho y boscoso, que deberemos cruzar para llegar a la segunda y última vertical.

Entre las dos verticales, encontraremos todos los rápeles equipados, todos ellos con espitos y las chapas puestas, algunas de ellas en medio del curso habitual del agua, aunque no parece que ninguna crecida haya dañado ninguna. Francamente, sin embargo, no recordamos cuántos raperos hay entre una y otra vertical, unos tres quizás; sea como sea, ninguna de ellas nos consumirá más cuerda que las grandes verticales, así que no debemos tener ningún tipo de problema. Si que cabe destacar que en uno de ellos nos es difícil recuperar la cuerda (instalación a la derecha de lo que sería el activo), lo reconocerá porque a medio rapel tiene una lastra agrietada con un boj que crece dentro, más o menos a la altura de media pared.

También es destacable que a media banca, encontraremos un sendero que cruza el torrente, bien trillado, que si tomamos a la derecha (hidrográfica) nos devuelve a la presa de la Llosa del Cavall, al lado de Sant Llorenç de Morunys, para entender nos.
Este hecho hace interesante la idea de instalar la última vertical evitando cualquier rozamiento, para poder dejar las cuerdas fijas, pudiéndolas remontar y salir por este camino, haciendo el retorno menos pesado.

Una vez llegamos a la segunda vertical, en vistas a buena parte de la presa de la Llosa del Cavall, debemos buscar en la banda derecha del torrente, donde en un árbol hay una cadena, que todo sea dicho de paso ya empieza en estrangularlo. Se nos ha llegado tarde y no la cambiaremos, el estado de la cadena (inox) es impecable, y la encina todavía está sana.

Descolgándonos de aquí, unos metros más abajo en unas encinas que crecen ya en la vertical de la espluga de Pixavaques, encontraremos un generoso candado, en muy buen estado donde instalaremos la cuerda para bajar a la espluga. Estamos ya en el vistoso saltando que observamos cuando estamos a punto de cruzar la presa de la Llosa del Cavall.

Instalamos las cuerdas en una única tirada, directa hasta abajo, aunque en un bancal intermedio encontramos una umbría y un maillon en una sabina, no es que inspire mucha confianza encarar el último tramo de rápel volado colgados de aquí.

El rápel de la espluga de Pixavaques es bien vistoso, aéreo, y nos deja, desgraciadamente encima de los árboles y arbustos que hay en la base.
Hemos empleado una cuerda de 100 y una de 30 para llegar abajo, calculamos que el rápel es de unos 55/60 mts.

Vamos con el reloj en contra, así que no nos encantamos mucho más a desbrozar el torrente, a la derecha hidrográfica de donde nos deja el rápel, encontramos una ancha carbonera abandonada, a la izquierda de la que abrimos un pequeño caminito entre los setos para volver al torrente, que a partir de aquí es bastante embolsado y se vuelve en un relativo caos de bloques que con más o menos riesgos iremos destrepando hasta llegar al río Cardener, cruzándolo casi a los pies de la presa del pantano de la Llosa del Cavall.

No nos encantamos mucho en este punto, pues tenemos dudas de si podemos estar o no, en la base de una presa, y subimos la carretera de servicio que nos lleva al punto donde hemos dejado el coche de regreso.

El barranco, por su orientación, es ideal para hacerlo una calurosa mañana de verano, como ha sido nuestro caso, aunque nos queda la espinita aún de hacerlo un día de abundantes lluvias, con el torrente lleno de agua, y reubicar o instalar de nuevo algunas cabeceras para hacerlo más divertido.
En la última vertical, vemos a la derecha hidrográfica una visera interesante, sería un buen punto para instalarla de forma que ofrezca la posibilidad de remontar las cuerdas y volver a la presa de la Llosa del Cavall, tal y como hemos comentado antes.

Un barranco para volver a visitar, el de la espluga de Pixavaques.