Las Coves dels Talibans y la Gran Diagonal del Pedraforca
Si llegamos a Valls del Pedraforca por la carretera C-16 en sentido Norte, pasado el Túnel de Guardiola de Berguedà situado justo en la confluencia del río Saldes con el Llobregat y donde encontramos también al otro lado del río la Central Hidroeléctrica Guardiola de Berguedà, encontraremos los indicadores del Massís del Pedraforca, señalando de que debemos tomar a mano izquierda la carretera que lleva al Collet y allí comienza a recorrer la orilla derecha del valle del Saldes.
No dejaremos esta carretera hasta pasar el pueblo de Saldes, que nos quedará a nuestra derecha, por encima de la carretera y con unas vistas privilegiadas a la montaña del Pedraforca y su famosa tartera de Saldes.
En una recta fuera del pueblo, con unas vistas privilegiadas a la cara sur del Pedraforca y también a unos cubiertos de las antiguas instalaciones que años atrás habían explotado las minas de las que hoy en día todavía vemos algunas cicatrices en la montaña, estaremos atentos al desvío a mano derecha indicando el Refugio Lluís Estasen, el Mirador de Gresolet, Massís del Pedraforca y otros vecindarios de Saldes.
Siguiendo esta carretera unos cientos de metros y una vez dejado atrás el Refugio El Roget, en una curva muy cerrada de izquierdas veremos vagamente las instalaciones de un depósito de agua. Después de esta curva la carretera planea largamente hasta otra curva muy cerrada esta vez a la derecha. Justo después de un conjunto de árboles veremos una primera pista que va a la izquierda y al cabo de unas decenas de metros, mucho y muy evidente, encontraremos a la izquierda un generoso aparcamiento de grava del que sale también una pista en sentido ascendente.
Si no tenemos un vehículo todo terreno, lo dejaremos aquí, pues a veces la pista a Coll de Jou no permite la subida a turismos.
La ruta de aproximación a las Coves dels Talibans:
Una vez hayamos aparcado tomaremos la pista que sale en dirección Oeste / Sur-Oeste del aparcamiento, que asciende de forma suave pero continuada hacia Coll de Jou. A media subida por la pista dejaremos atrás y a nuestra derecha un depósito de agua y unos trescientos metros más arriba obviaremos un primer desvío a la derecha que marcha en la dirección opuesta a la que avanzamos nosotros.
Llegaremos de forma clara y evidente en Coll de Jou, donde observaremos las cicatrices que las minas a cielo abierto que se habían explotado al Pedraforca y que tanto habían llenado de vida en Valls del Pedraforca y tantas otras de la comarca del Berguedà, quedan hoy como un triste vestigio de un pasado que muchos añoran.
Volviendo a la ruta, sin embargo, en este punto tomaremos la pista que sale a la derecha, en dirección a los terruños de la parte superior del cielo abierto. Después de una curva a la izquierda y más o menos al final del terruño que hemos ido siguiendo por debajo, encontraremos un cartel y un camino con marcas de sendero local (verdes y blancas) que tomaremos para empezar a ganar altura dirección al Prat de Reo donde no acabaremos de llegar porque a medida que vamos subiendo veremos el primer puente de roca y estaremos atentos a la parte alta del torrente, superadas las tarteras más anchas y justo antes de adentrarnos demasiado al bosque de la parte alta , empezaremos a cruzar buscando los rastros de camino que iremos encontrando, intentando evitar enfrascarse más de la cuenta a la vez que buscaremos acercarnos a la pared paulatinamente hasta llegar de forma muy evidente y clara a los pies del gran y precioso puente de roca donde ya veremos a la izquierda de éste, una fuerte pendiente herbosa con una cuerda fija instalada hasta el borde de unos bojes. !!!!
Las Coves dels Talibans, y el Forat Gran de la Feixa Alta
En la base del puente de roca aprovecharemos para equiparnos con el casco y el arnés, y nos encordamos hasta superar el puente de roca y entrar en una corta canal justo antes del temido flanqueo.
Iniciamos la trepada por nuestra izquierda siguiendo el itinerario de la cuerda fija y ayudándonos con esta, pero sin forzar demasiado por que no conocemos el estado. Sólo llegar arriba comprobamos que esta cuerda no se encuentra en el mejor estado posible, aunque todavía aguantará el peso de una persona tirando para trepar.
Como ya hemos dicho, la funda se ha separado del alma dejando esta a la vista un palmo generoso.
A esta trepada la sigue un flanqueo hacia el fondo de la canal en la que nos estamos adentrando, donde empieza el pasamano ascendente que busca superar el puente de roca. El paso en sí mismo no es complicado, pero no abundan demasiado los agarres para las manos y precisamente en este punto un resbalón y la consiguiente caída la pagaríamos cara. El tramo más complicado está equipado con la cuerda vieja y una nueva, con un trozo de manguera a modo de protector por un más que evidente rozamiento con la roca.
Llegados a este punto quisiéramos hacer un pequeño inciso, y es que nos hemos arrepentido y mucho de no haber llevado algunos tramos de cuerda vieja (pero en buen estado) para sustituir y retirar las más perjudicadas en favor de quien pueda recorrer la ruta los días posteriores a nosotros, además de poner Mallon a las chapas de los anclajes para alargar la vida útil de las cuerdas.
En lo alto de la canal, un paso cortado entre los bojes que hay a la derecha nos permite acceder a un flanqueo un poco comprometido donde si caemos no explicaremos otra batallita en el bar.
Aunque hay peligro en caso de caída, el flanqueo no presenta ninguna complicación técnica y se hace a pie sin encontrarnos con ninguna dificultad en el medio. Al final de este flanqueo bajamos a un balcón inclinado y vestido con hierba a los pies del Forat Gran de la Feixa Alta, más conocido como las Coves dels Talibans. !!!
Llegados hasta aquí y antes de adentrarnos en la cavidad, paramos y quedamos embobados unos minutos, ya que las vistas, y la sensación de encontrarnos en un lugar inhóspito como éste nos regala un sentimiento muy agradable y que invita a disfrutar del momento.
El Forat Gran de la Feixa Alta se trata de una cavidad de tres bocas, conocida hace muchos años y con un recorrido en forma de túnel ascendente de unos ochenta metros que supera un desnivel total de unos cincuenta metros. Actualmente como ya hemos comentado muchas veces se conoce más como las Coves dels Talibans, incluyendo en el conjunto el puente de roca que hemos superado anteriormente.
Empezaremos ascendendio hacia la boca superior de las Coves dels Talibanes, con cuidado ya que encontraremos mucha grava y podemos hacerla caer encima de los compañeros, y saldremos a la parte baja de la Feixa Alta, donde de nuevo, el espectáculo que el entorno nos brinda a los sentidos es sencillamente abrumador. !!!
La ruta por la Feixa Alta y la Gran Diagonal al Pollegó Inferior
Llegados a este punto la ruta deviene menos técnica, cruzaremos en sentido Norte y fuertemente ascendente la Feixa Alta para situarnos justo por debajo de las altivas paredes del Pollegó Inferior, la cara Sur del Pedraforca y recorreremos la Feixa Alta hacia el oeste, buscando la entrada a la Gran Diagonal, muy evidente. (Hay que estar atentos, ya que antes de la Gran Diagonal podríamos estar tentados de entrar a otra diagonal justo antes, y que nos puede dar muchos dolores de cabeza).
Nos adentraremos pues a la Gran Diagonal, un itinerario ya más conocido y apto para un abanico más grande de deportistas, aunque hay que ser hábiles en las trepadas.
De toda la Gran Diagonal al Pollegó Inferior del Pedraforca destacaremos sobre todo el entorno de alta montaña que nos acompañará de forma continuada durante buen rato, pues hay trepadas largas y prolongadas, además del tramo equipado con cadenas fijas.
Conviene destacar también que estas cadenas tienen en su cabecera una instalación sobre tres buriles, de los que la placa de uno ya se ha roto, y los otros dos se encuentran fuertemente doblados. Si nos esforzamos un poco este tramo bien que lo podremos sacar trepando en libre si optamos por progresar por la izquierda de las cadenas.
Llegados a la parte alta de la Gran Diagonal del Pedraforca encontraremos un pequeño rellano que flanquea a la derecha para adentrarse en una tartera por la que progresaremos escasamente cien metros para trepar de nuevo por la derecha donde encontraremos un paso encajonado de IV grado pero que apenas mide dos metros de altura y que superaremos sin problemas.
Pasada esta última dificultad, ya sólo nos quedará seguir para subir a la cima del Pollegó Inferior del Pedraforca. Mantendremos el rumbo fijado al este una cincuentena larga de metros hasta encontrar el punto más evidente que nos conducirá inequívocamente en la cima del "petit" del Pedraforca.
La bajada del Pollegó Inferior por las Costes d'en Dou
Una vez en la cima, habiéndonos recuperado de la subida, comidos y disfrutado plenamente de la panorámica, iniciaremos el descenso buscando las marcas verdes del descenso por las Costas d'en Dou en dirección al Balcó de la Joaquima. Cabe decir que en la parte baja es muy fácil perder el camino y las marcas ya que el sendero se convierte en poco trillado, y de hecho, tampoco es necesario ir hasta el Balcó de la Joaquima para bajar a la base de la Tartera de Saldes.
Com que el terreny es va tornant cada vegada menys vertical baixem pel dret, buscant els passos més evidents fins retrobar de nou el camí que davalla del Balcó de la Joaquima i que ens duu a la base de la Tartera, que ja fa estona que teníem a la vista!! El terreno se va volviendo cada vez menos vertical bajamos rectos, buscando los pasos más evidentes hasta reencontrar de nuevo el camino que baja del Balcón de Joaquina y que nos lleva a la base de la Tartera, que ya hace rato que teníamos a la vista.
Llegados a la base, en lugar de tomar el conocido recorrido PR C-123 que nos devolvería al Refugio Lluís Estasen del Pedraforca, continuaremos tartera abajo hasta encontrar el cruce del Camino que viene de Gósol y que forma parte de la ruta de la vuelta de 360° en el Massís del Pedraforca.
Este sendero, que primero baja moderadamente, pero que acaba convirtiéndose en llano nos lleva a Coll de Jou, desde donde podríamos tomar la pista que hemos subido a primera hora.
Con todo, sin embargo, decidimos bajar por el torrente que el mapa indica justo encima del aparcamiento donde hemos dejado el coche y que en pocos minutos nos permitirá concluir la actividad sin repetir ningún tramo del camino de ida.
Se observan dos errores en la altimetría de la ruta en los kilómetros 4 y 4,75
0 Comentarios